¿ COINCIDENCIAS 1974 y 2010 ?

Existe una fuerte preocupación social, política y económica en el sector empresarial por los reclamos, las declaraciones erróneas y los enojos públicos del Presidente Felipe Calderón en relación al comportamiento de la iniciativa privada del país.

La preocupación es válida y muy seria. Algunos empresarios de " gran peso" en el contexto nacional e internacional han manifestado el peligro que se corre al darse un contexto similar al acontecido en el lejano año de 1974, durante la segunda mitad del sexenio de Luis Echeverría.

Las similitudes y coincidencias son bastante parecidas, y pueden ser graves. Recordemos. Al inicio del cuarto año del Gobierno de Echeverría y una vez superada la luna de miel entre IP y Sector Público,el discurso del ejecutivo federal en el entorno nacional y mundial fue radicalmente contradictorio: pasó de las alabanzas y de los reconocimientos del papel fundamental que jugó la iniciativa privada en el progreso y el desarrollo de la nación; al enojo y los calificativos tercermundistas sobre una próspera y privilegiada clase privada que resultó ampliamente beneficiada de las " bondades " fiscales, sociales y económicas de un sistema político.

Después de los graves señalamientos sobre los grupos empresariales, que por cierto lo habían llevado directamente a la Presidencia de México, Luis Echeverría enloqueció con el poder, la desmesura de sus discursos manifestaban la grave pérdida del control nacional y su manifiesto rencor sobre el sistema capitalista. Con la voz populista que le dictaba y ordenaba ser el gran líder tercermundista, al mas puro estilo Chavista, en un sistema en donde el derrumbe del comunismo y del socialismo era practicamente inevitable, LEA se confundió con todo y por todo, y llevo a la nación al abismo.

Han pasado ya casi 35 años y todo hace indicar que la serie de coincidencias entre 1974 y el 2010 son casi similares o muy cercanas a lo que ultimamente estamos viviendo.

El presidente Calderón está muy molesto con su exsocios que lo llevaron a ocupar, para bien o mal, un lugar en la Historia de México. Calderón Hinojosa " despotrica" en todos y cada uno de los foros en los que puede contra el sistema que favoreció ampliamente a los 500 grupos empresariales del país. El mandatario se enoja de que esos monopolios utilizen la triangulación fiscal, llamada consolidación tributaria, para beneficiar y ampliar las ganancias privadas de sus negocios. ¿ Acaso Calderón no sabía que tenemos al hombre mas rico del mundo y que otros 18 empresarios mexicanos mas están entre las 100 fortunas mas grandes del planeta? ¿ Sabrá o le dirán al Sr. Presidente que, en una cuantas horas tres o cuatro multimillonarios en dólares pueden mandar a " volar " al peso y quebrar en cierto sentido al país junto con sus 80 mil millones de dólares en las reservas del Banco de México ?
¿Sabrá Calderón Hinojosa que, la rechifla en el estadio de Torreón, el circo político del Presupuesto del 2010, los agravios en el bolsillo y en el poder de compra de la sociedad, son algunas de las múltiples protestas, silenciosas o abiertas, de una población que está hastiada, frustada y molesta de un sistema político que lleva 35 años prometiendo lo mismo: un mejor mañana ?.

Tal y como sucedió en 1974, ahora nos enfrentamos a un fantasma cuando el jefe de la política nacional está perdiendo la brújula del sentido común, cuando se extravía en el laberinto de la soberbia, la prepotencia y la sinrazón que genera el poder que todavía proporciona la Presidencia de México. Por todo ello, aún es tiempo de que el jefe de la nación demuestre la amplitud de miras, pero sobre todo que se conduzca con la mesura y la grandeza de todo un estadista. Ya no queremos mas políticos populistas que medren con la demagogia y la desmemoria de la población.